Dos


Él vibraba con cada latir de su corazón, retumbando en cada rincón de la habitación, su respiración profunda llegaba hasta el techo, inundándolo todo.

Ella dibujaba pequeñas figuras en su piel desnuda mientras pegaba su oído en su pecho, escuchándolo todo, sintiéndolo todo; cerró los ojos y por un instante aguanto su respiración para tratar de identificar su propio palpitar, pero era opacado por él, por su forma tan estruendosa de latir y lo envidió tanto.

Cómo siendo él el analítico en todo y siendo ella la que siente en exceso ¿Es el corazón de él el que resuena en todo el lugar? ¿Cómo alguien que se queda atrapado en su mente fácilmente es dotado de un palpitar tan hermoso? Y ella, tan ansiosa de sentirlo todo, de querer vibrarlo todo, se queda con un pequeño suspiro apenas audible, un pequeño latir que apenas se percibe.

Él inhaló hondo y la sacó de las mil y una historias que había formado en tan pocos segundos y alzó la mirada para darse cuenta de que él solo dormía, entregado al momento. Quiso reír como hace tan pocos minutos lo había hecho, reír a carcajadas, porque ahora ella era la que no paraba de pensar y él solo se encargaba de sentir.

¿En qué momento se habían invertido los papeles? Tal vez aquella era su real naturaleza: ella fingiendo que lo sentía todo porque era su real anhelo y él mostrando siempre estar dentro de su cabeza para sentirse importante.

Se acomodó una vez más y lo abrazó mientras inhalaba su aroma, quería ser ella quien se inundara de él mientras dormían esperando que de esa forma pudieran fusionarse.

Moonverti

Comentarios

Entradas populares